Cuauhtémoc, Chihuahua – La aplicación de enraizadores, como las auxinas de Rooting, después de la cosecha de manzana, se ha convertido en una práctica esencial para los agricultores que buscan maximizar la salud y productividad de sus árboles manzano en el siguiente ciclo de cultivo. Este enfoque no solo fortalece el sistema radicular, sino que también asegura una acumulación adecuada de reservas, crucial para un brote vigoroso en la próxima temporada.
Las auxinas de Rooting son hormonas vegetales que promueven el crecimiento de raíces nuevas y saludables. Después de la cosecha, los árboles de manzano entran en una fase de recuperación y preparación para el próximo ciclo de crecimiento. Durante este período, es vital que las raíces absorban y almacenen suficientes nutrientes y agua para soportar el brote y desarrollo de nuevas hojas y frutos.
“Aplicar Rooting después de la cosecha es una inversión en el futuro del árbol,” explica el Ingeniero Agrónomo Carlos Castro. “Las raíces fortalecidas y bien desarrolladas son capaces de acumular más reservas de nutrientes, lo que resulta en un brote más fuerte y saludable en la siguiente temporada.”
La acumulación de reservas es fundamental para el éxito del ciclo de cultivo. Las reservas de carbohidratos y otros nutrientes almacenados en las raíces y el tronco del árbol son utilizadas durante el brote para alimentar el crecimiento inicial de hojas y flores. Sin una acumulación adecuada de estas reservas, los árboles pueden mostrar un crecimiento débil y una menor producción de frutos.
Además, el uso de enraizadores como Rooting mejora la resistencia del árbol a condiciones adversas, como la sequía y las enfermedades del suelo. Al promover un sistema radicular robusto, los árboles son más capaces de absorber agua y nutrientes, incluso en condiciones difíciles, asegurando así una mayor estabilidad y productividad a largo plazo.
En resumen, la aplicación de auxinas de Rooting después de la cosecha de manzana es una práctica esencial para asegurar la salud y productividad de los árboles en el siguiente ciclo de cultivo. Al fortalecer el sistema radicular y promover la acumulación de reservas, los agricultores pueden esperar un brote más vigoroso y una cosecha más abundante y de alta calidad en la próxima temporada.